“Primero que nada, la diabetes conlleva un cambio más a nivel familiar que solo en la persona que tiene diabetes dentro del hogar, y a lo largo del tiempo es menos complicado de lo que uno se imagina al principio” comenta Bernardita Cortés, dueña de Mercadito Tutti Frutti y madre de un hijo diabético.
Con su experiencia como emprendedora y mamá, asegura que lo más complejo es cuando se debe aprender sobre los carbohidratos y las porciones de estos. Sobre todo, manejar las cantidades exactas para no producir un desbalance en la persona, más aún si se trata de un niño que está debutando en la diabetes.
Camila Neira, nutricionista de la Universidad de Valparaíso, explica desde el punto de vista de salud que lo primero es identificar el tipo de diabetes. Cuando es de tipo uno, el páncreas produce insulina en exceso y eso es lo que se debe regular; en cambio, si es de tipo dos, el páncreas no produce suficiente insulina o es resistente a ella, y ese caso hay que inyectar.
También hace hincapié en la labor del profesional y asegura: “como nutricionista o nutriólogo, uno debe educar a las personas enseñándoles cuántos carbohidratos tienen los alimentos, eso es lo que importa, más que las grasas y las proteínas. Si los carbohidratos se exceden pueden producir una hiperglicemia y una hipoglicemia si se disminuyen. Por eso todo debe ser muy exacto y matemático”.
El principal enemigo de los diabéticos son el azúcar y los carbohidratos. No así en los celiacos, donde el enemigo es el trigo y lo que falla en el organismo es a nivel del intestino. Pero para el primer grupo hay opciones de reemplazo en lo que respecta al azúcar, como la alulosa, tagatosa, estevia o cualquier tipo de endulzante que no tenga sucralosa, sacarosa o azúcar de mesa como tal.
Respecto a lo anterior, Cortés destaca el aumento que han tenido estos productos en el mercado a lo largo del tiempo, además señala: “en mi caso, al momento de cocinar para mi hijo o mis clientes, es casi nula la diferencia de sabor entre una preparación con estos productos en relación a los tradicionales”. Además, Neira, agrega: “esto se debe a que los productos usados por Bernardita mantienen las propiedades organolépticas, es decir, el sabor, olor, color y consistencia”.
Pero estas opciones no son solo para aquellos que padecen alguna patología, sino que también pueden ser consumidas por quienes buscan cuidar su alimentación y/o bajar de peso. En este punto, Neira expone, que lo mejor son los alimentos sin azúcar, menos grasa y mayor proteína y fibra.
Por último, ambas concuerdan en que una alimentación balanceada es clave para mantenerse saludable, hay que saber qué y cómo comer. Además de educarse para no cometer errores en el caso de alguna enfermedad y evitar el efecto rebote si se trata de una dieta.
– Revista Melidatos