El tener una mascota conlleva ciertas responsabilidades, entre ellas, el estar pendiente de su alimentación, higiene y salud. Sin embargo, algunas veces estos amigos animales se meten en problemas, ya sea porque salen de casa y sufren accidentes, o porque se involucran en peleas con otros de su misma especie.
Uno de los conocimientos que se hace clave para la situación anterior, es saber aplicar los primeros auxilios correspondientes, y así hacer lo posible por aliviarles el dolor antes de llegar a un hospital o clínica veterinaria.
Al encontrarse ante heridas provocadas por una riña con otro perro, o gato, lo primero es mantener la calma, comenta Catalina Farías, médico veterinaria de la Universidad Mayor y funcionaria del Hospital Veterinario San Agustín. Además, agrega: “a veces es difícil estar tranquilo en una emergencia, pero hay que saber cómo llevar la situación manteniendo la calma, y así poder actuar de forma correcta”.
Lo principal es realizar una inspección general al animal, y en el caso de presentar heridas, desinfectar utilizando gaza y suero fisiológico, o una infusión de matico, la cual posee propiedades cicatrizantes, entre otras. En caso de una hemorragia, se debe hacer una compresión adecuada de la zona sangrante; y si se trata de una fractura, hay que inmovilizar el área con un vendaje para evitar el movimiento del miembro y que esta se agrave, “pero por ningún motivo se debe medicar a la mascota sin la prescripción médica de un veterinario”, enfatiza la profesional.
Respecto a estos primeros auxilios, también hace hincapié en la prioridad de las vías respiratorias, ya que al mantenerlas despejadas se le facilita la respiración al animal. Muchas veces se producen heridas en el tórax que pueden comprometer el correcto funcionamiento de los pulmones y terminar en un neumotórax. En otras ocasiones, el paciente puede adoptar posiciones que dificulten su respirar, por eso mantener la boca y la nariz despejadas es de vital importancia.
Además, desde su perspectiva como especialista en salud animal, Catalina recomienda acudir siempre a un centro veterinario, ya que “por muy ínfima que sea la herida externa; en el interior de esta pueden existir lesiones de mayor calibre, llegando a perjudicar el estado general del animal. Cuando hay mordidas de otro canino siempre ingresan bacterias que pueden terminar en una infección secundaria. En los gatos pasa de igual forma con los arañazos, y también se recomienda hacer un examen retroviral, ya que podrían transmitirse este tipo de enfermedades a través de la mordidas o rasguños”.
Por otra parte, entregar la información verídica de la situación al momento de la atención es muy importante, así el médico veterinario podrá realizar una anamnesis correcta y un diagnostico acertado. Dentro de los datos importantes que se deben entregar, sería ideal saber el tiempo transcurrido desde la herida, si el paciente está bajo algún tratamiento farmacológico, su edad y si sufre alguna patología diagnosticada previamente. En caso de tener contacto con el dueño del otro animal involucrado, sería de suma importancia recopilar información como, por ejemplo, el carnet de vacunas de su mascota, ya sea perro o gato.
Finalmente, aconseja tener un botiquín a mano en el hogar, el cual contenga: gazas, vendas, algodón, suero fisiológico, tijeras, termómetro digital (si es posible) y fármacos. Para estos últimos, cabe destacar que solo deben ser administrados luego de que un veterinario lo indique.
– Revista Melidatos
Catalina Farías Veterinaria
Universidad Mayor, Veterinaria San Agustín, Teléfono: 9-9722 0946 9-9766 7476, San Agustín #202, Melipilla.