La quiropráctica llegó a Melipilla

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Sabías que la quiropráctica nació en 1895 y que millones de personas en todo el mundo la utilizan a diario para vivir de forma más saludable y con mayor vitalidad de forma natural. En conversación con Melidatos, Maximiliano Godoy, quiropráctico de la cuarta generación a  nivel mundial, titulado en la Universidad Central, con práctica en la Universidad  Estatal del Valle de Ecatepec, diplomado en el Sherman College of Chiropractic, y miembro de Vida Chiropractic World Wide, nos comenta sobre el tema.

 

Según explica el especialista, la quiropráctica tiene 33 principios, y el más importante se basa en la inteligencia del universo. En el cuerpo humano esta inteligencia se expresa mediante el sistema nervioso, que es el sistema maestro, ya que controla, regula y coordina a todos los otros. “El cerebro manda las señales a través de la médula y todos los nervios que emergen de ella. Si este sistema anda bien todos los demás andan bien. La idea es restaurar la función del cuerpo y que exprese su máximo potencial de manera natural, además de los múltiples beneficios a nivel musculo esquelético”.

 

Además, indica que el cuerpo tiene la capacidad de auto regularse y auto sanar. “Por ejemplo: si le hacemos una herida cortopunzante a un cadáver no sanará, porque no hay vida; en cambio, alguien vivo sí sanará”. Pero también advierte que hay cosas que no se recuperan en el cuerpo, debido a que la materia tiene límites, como sería el caso de un cartílago gastado.

 

Por otra parte, expone que la quiropráctica es deductiva, parte de lo general a lo especifico; no desde una premisa ya planteada. “Vemos al cuerpo desde una filosofía más vitalista, como un todo mucho más integral. Por ende, para nosotros el bienestar y la calidad de vida viene dese adentro hacia afuera y desde arriba hacia abajo”.

 

Según el especialista, el procedimiento es seguro, pues consta en examinar a la persona con un termógrafo para medir diferencias térmicas en la columna y determinar si hay una alteración en la función nerviosa. Luego se palpa la columna con las manos, se examinan radiografias y se determina la presencia o no de subluxaciones para luego corregirlas de forma específica.

 

Lo anterior va en línea con su filosofía de trabajo, pues asegura que, además de una revisión previa, también está la educación y orientación a las personas, solo así entenderán si necesitan de la quiropráctica. “Si alguien no lo necesita no le hacemos ningún ajuste, porque si no hay interferencias no es necesario”.

 

Para finalizar, hace una invitación al autocuidado y respetar más el cuerpo. Salir un poco de lo tradicional y adoptar la quiropráctica como hábito a lo largo de los años, y no como un tratamiento que tiene un inicio y fin. “Lo ideal es vivir una vida plena y de forma natural”. 

Maximiliano Godoy

Quiropráctico · Universidad central · diplomado en el Sherman college of chiropractic · miembro vida chiropractic world wide

– Revista Melidatos