La localidad de Pomaire siempre se ha caracterizado por ser un centro turístico, siendo la alfarería su principal atractivo. Pero ¿sabes cómo llegó a desarrollarse este tipo de artesanía en la zona? Para conocer más de la historia de Pomaire y su trabajo nos iremos varios siglos atrás para centrarnos en los “periodos alfareros” que refieren a los grupos humanos que habitaron esta zona desde el inicio de nuestra era hasta la llegada de los españoles.
Es así como reconocemos un primer momento denominado “alfarero temprano” donde hay dos complejos culturales contemporáneos: Bato (200-1000 D.C) y LloLleo (400-1200 DC); seguido de un “periodo intermedio tardío”, donde encontramos la cultura Aconcagua (1000-1400 DC) y finalmente el “periodo tardío”, representado por el dominio incaico en la zona (1000-1550 DC).
La alfarería es uno de los elementos arqueológicos más presentes en la región y al menos una parte de ella (generalmente la que está decorada) nos permite asignar una cronología a las ocupaciones.
La materialidad alfarera encontrada en La Rinconada de Pomaire da cuenta de una larga tradición de confección de vasijas de greda en el lugar.
Es así como en los diversos sitios de Pomaire hemos podido encontrar fragmentos negros pulidos de paredes delgadas, decoraciones incisas y asas mamelonares, así como otros objetos de cerámica, que podemos identificar como pertenecientes a vasijas y objetos bato y/o Llolleo, como jarros, ollas y que podemos reconocer como propios de una “tradición alfarera temprana”.
La importante presencia incaica en la zona está revelada por la introducción de la tricromía con su característica pintura en rojo y negro sobre un engobe blanco.
Además, la greda comienza a ser utilizada para otras funciones, como la confección de tejas para las techumbres de las nuevas casas. (1)
Pomaire y las nuevas generaciones de alfareros
Hasta antes de la pandemia producto del Covid-19 la localidad de Pomaire siempre se caracterizó por ser un centro turístico y debido a las cuarentenas constantes por el contagio, el pueblo se vio altamente sucumbido económicamente, esto llevó a que varios locales cerraran por dos años y hasta el día de hoy ha sido difícil de sobrellevar.
Frente a esto, nace una organización territorial llamada “Pomaire Todos Juntos”, determinados con el objetivo de motivar a toda la localidad para ir en ayuda de las familias que en ese momento lo estaban pasando mal “porque como Pomaire depende del turismo y la alfarería había gente que no tenía ingresos, frente a esto decidimos juntarnos e ir en ayuda social”, cuenta Alejandro Barriga, miembro de la agrupación pomairina.
“A partir de esto logramos que el equipo siguiera trabajando socialmente. Nos llegó mucha ayuda en ese momento y cómo después resurgió el comercio en Pomaire con los recursos que nos quedaron decidimos crear talleres de alfarería porque notamos que había un diagnóstico, el que venía haciéndose hace mucho tiempo, y es que cada vez hay menos personas que se dedican a este oficio, entonces pensamos que una buena idea era realizar talleres abiertos, sin distinción, que aprendieran tanto jóvenes como adultos de Pomaire, El Tránsito, El Marco y Chiñihue”, comenta Barriga.
Para Alejandro, “el objetivo principal es que los propios maestros de la alfarería pomairina enseñen el trabajo de la greda con la finalidad de que nazcan nuevas generaciones de alfareros y así se pueda heredar, cultivar y preservar el oficio. La agrupación la componemos 20 personas, le dimos este nombre pensando en que juntos podíamos aportar y salir de la situación que vivimos producto de la pandemia y eso nos ha motivado a seguir y ser un aporte al pueblo”.
“Pomaire es una localidad que tiene una historia cultural tremenda y estos talleres vienen a aportar al desarrollo, al conocimiento y se genere más conciencia con respecto a la alfarería, porque muchas veces nos quedamos en hacer trabajos y venderlos, pero es una parte de todo lo que tienen que ver con cultura porque acá lo importante es como se preserva este oficio. Detrás de todo esto hay una cultura, una tradición y eso es lo importante”, asegura Alejandro.
– Revista Melidatos