COMO MONOS La banda tributo a 31 minutos de Melipilla al mundo

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“Nuestro inicio fue en una junta de amigos”, así define Juan Trujillo el comienzo de Como Monos, banda melipillana tributo a 31 Minutos. Además, agrega: “Alfredo me dijo altiro ¡me sumo!, pero toquemos canciones de 31 Minutos; yo toco la guitarra y tú vas en el bajo. A mí me pareció un desafío, así que dije, yapo, bacán”.

 

Los muchachos aseguran que, con el paso de las semanas, luego de esa conversación, el proyecto fue tomando forma muy rápido. Dado que siempre estuvo presente la inquietud sobre qué música tocar para los niños, se pusieron de acuerdo para ensayar unos cuantos temas y ver que salía de esta idea. “Tampoco pensamos en el estrellato ni nada”, comentan. De estos días ya han pasado dos años aproximadamente.

 

Respecto a la idea de por qué realizar un tributo a 31 Minutos, Alfredo expone que esta se le vino a la mente en un cumpleaños, ya que había varios niños y sería genial tocar algo para ellos. En esta línea complementa: “a mí siempre me gustó el programa. Año 2003, uno los veía en la tele y alucinaba. También me llamaba mucho la atención el humor que tenía el programa, era distinto, no era tan inocente o absurdo. Era un humor igual subido de tono, pero siempre desde el respeto. Entonces siempre fueron mi primera opción”.

 

Tras unos cuantos ensayos llegó su primera presentación, la cual fue en el cumpleaños número nueve del hermano de Alfredo. Él, en su buena labor de hermano mayor, ya le había mostrado el programa, y pese a la diferencia de generaciones, este también alucinó. En palabras del vocalista y guitarrista, en ese momento su sonido era mucho más precario que hoy. Era bastante grunge, el garage estaba muy presente.

 

Al hablar sobre estos primeros momentos de la banda, recuerdan, entre risas, que las voces no eran lo que son hoy en día, pues han tenido un progreso considerable en la imitación de los personajes del programa. Reconocen que esto se refleja en las palabras de las personas tras sus presentaciones, hoy el mismo público les dice que las voces les salen iguales. “A la gente le encanta. Valoran mucho la imitación de Bodoque, o cuando Jazmín, nuestra vocalista, hace el personaje de Patana”.

 

También hacen hincapié en el enorme sentimiento de compromiso con la calidad de show que entregan, cada día trabajan en mejorar su sonido e interpretaciones, y de esta manera respetar la obra original. “Nunca hemos pretendido hacernos pasar por 31 Minutos y somos enfáticos a la hora de hablar con las productoras en que los afiches y publicidad indiquen que se trata de una banda tributo”, menciona Alfredo.

 

Por otra parte, aseguran que el cariño de la gente también ha ido en aumento con el paso del tiempo. “Yo creo que la gente siente que la buena onda parte desde nosotros, siempre hay mucha complicidad y risas cuando estamos sobre el escenario, y eso se traspasa a las personas”, expone Jazmín. Sin duda, el humor es parte esencial del show, ahí es donde aparecen los chistes y aprovechan de reír con la gente. Los comentarios graciosos son muy bien recibidos por el público. Y en este sentido también agrega que la interacción con ellos es muy bonita, ya sea en el momento en que las familias les piden una foto, o los niños los sorprenden con un abrazo. “A cada uno le pasa lo mismo, entonces eso nos deja muy contentos”.

 

No obstante, en ocasiones el fervor del público ha sido un poco intenso, sobre todo al momento de pedir el tema “Equilibrio espiritual”, dice Sebastián, baterista del grupo. A veces han sido muy exigentes con esa canción, “al nivel de, o la tocan o me voy”. Sin embargo, entiende que al ser unos de los hits más populares de 31 Minutos es lógico que la pidan, es decir, nunca puede faltar en el repertorio; debe ser tocada vayan donde vayan.

 

Entre risas cómplices con sus compañeros, Sebastián recuerda que en una presentación en Melipilla, un papá les pedía a gritos “la de la bicicleta”. El problema era que el show estaba recién empezando, y “Equilibrio espiritual” es interpretada finalizando la presentación. “Empezó a subir el tono, empezaron las amenazas, y desde el escenario era un poco incómodo responder a eso; pero no hubo niños, títeres ni papás heridos. No pasó nada, la historia tiene un final feliz. Esta historia es recordada hasta hoy y en las presentaciones igual mencionamos al amigo, se la dedicamos. ¡Hey!, si estás ahí, está va para ti, jajajaja. Pero al final son solo anécdotas”. nos cuenta Sebastián.

 

En lo que respecta a lo que se viene en corto plazo, Marcelo, tecladista de la banda, responde: “Para estos días de navidad tenemos una fecha en Pomaire el 16 de diciembre y otra, el día 23, en Viña del Mar, eso es lo que se viene de manera más próxima. También en el verano se viene una fecha, pero esa ya es sorpresa”. 

 

Sumado a lo anterior, pero a largo plazo, Christopher, guitarrista de la agrupación, expone que la idea de la banda es seguir sacando más covers, hacerlos bien y seguir disfrutando este trabajo entre ellos. También están pensando en llevar la música a otras ciudades. Talca, Puerto Montt y Concepción son algunas que se les vienen a la mente. Pero lo principal es seguir compartiendo la música que hacemos con mucho cariño para los niños. 

 

Finalmente, la banda agradece al público por todo el cariño recibido, a todos los que han estado presente y han creído en este proyecto. En especial al estudio de grabación Riva Music, a la cual reconocen como su casa musical. Y, por último, pero no menos importante se agradecen como compañeros de grupo por las ganas y buena onda que le han puesto a la música. 

– Revista Melidatos